LA TECNOLOGÍA EDUCATIVA COMO UN FACTOR DE DESARROLLO DE LOS PAÍSES- REALIDAD O UTOPÍA?
La
idea de incorporar las tecnologías de la informática en los procesos educativos
ha tenido gran acogida y como consecuencia de ello hay en el país una gran
dispersión de experiencias, este entusiasmo por el uso de computadores se ha
concentrado fundamentalmente en los colegios privados de clase alta y media
alta. La situación es radicalmente diferente para las clases menos favorecidas,
las cuales, hasta ahora, cuentan con escasas experiencias en el uso de
computadores y herramientas informáticas y en su integración al proceso de
enseñanza-aprendizaje.
La única utopía que podemos encontrar es que no
hay igualdad de condiciones entre las instituciones, los gobiernos no sean
preocupado por el bienestar educativo hoy por hoy podemos encontrar escuelas y
colegios con infraestructura muy pobres pero el estado si exige igualad de
condiciones, no podemos negar que si hemos avanzado en tecnología pero de una
manera muy pobre comparado con países asiáticos y europeos.
La presencia de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) en el mundo de la educación es hoy una
realidad, y la posibilidades, ventajas o resultados de esta presencia ha pasado
a ser una cuestión de primera necesidad, tanto así, que los gobiernos locales y
nacionales se han preocupado durante los dos últimos años en proveer a los
colegios y escuelas con computadores de mesa, portátiles y tabletas para
uso de los estudiantes. Esto es una realidad. Este entusiasmo por
el uso de computadores se ha concentrado fundamentalmente en los colegios
privados de clase alta y media alta. La situación es radicalmente diferente
para las clases menos favorecidas, las cuales, hasta ahora, cuentan con escasas
experiencias en el uso de computadores y herramientas informáticas y en su
integración al proceso de enseñanza-aprendizaje; muchas no tenemos Internet en
nuestras Instituciones Pero esta realidad se transforma en utopía cuando
no se establecen convenios de conectividad efectivos que garanticen el óptimo
uso de esos recursos.
Colombia en materia de las políticas públicas,
en el campo de ciencia y tecnología, ha manejado líneas de investigación, que
han ido mejorando, en el marco de los períodos gubernamentales, pero que dejan
un vacío, en el desarrollo de una alfabetización tecnológica, “Para los fines
de alfabetización científica y tecnológica, lo que es importante no es la
transposición didáctica de todo el conocimiento de la ingeniería o las
tecnologías, sino más bien aquellos conocimientos que puedan ser relevantes
para todos” (Cajas, F. 2001, p. 252).
Los
medios de comunicación muestran la realidad, estamos en crisis, sectores como
la salud, la economía, la política, la cultura, el medio ambiente, la
educación, etc. Necesitan de la ciencia e investigación, ya que carecen de
autosostenibilidad, se degradan con el paso del tiempo y pierden credibilidad.
“Tomar parte en la información producida por los medios o movilizada a partir
de ellos, proporciona una manera de relacionarse con el Estado, la sociedad
civil y el mercado, a la cual la gente destina tiempo, atención y memoria”
(Brunner, 1997, p. 6)
La educación es un pilar
fundamental en el desarrollo de los países y al ser las NTIC (Nuevas
Tecnologías de la Información y Comunicación) una herramienta, es necesario su
uso en todos los ámbitos de desarrollo social, en especial los entornos
educativos; ahora bien, los entornos educativos históricamente han sido
renuentes a realizar cambios de paradigma en sus prácticas educativas, siendo
la parte administrativa de estos la primera en incluir recursos TIC en sus
actividades. La
experiencia de incorporación de tecnologías en los sistemas educativos de
América Latina y el Caribe en los últimos veinte años ha mostrado poco efecto
en la calidad de la educación
Nuestro
país en vía de desarrollo, es consciente que un factor de
desarrollo es la educación, la inversión en tecnología para los
colegios es una necesidad para todos, acabar con la brecha que existe entre las
diferentes regiones del país
en términos de tecnología educativa, donde unos cuentan con
una cobertura tecnológica más avanzada y completa y en otras partes es
casi ausente, debe ser una prioridad en políticas educativas.
Claro
que las TIC han revolucionado la economía, los sistemas de comunicación, las
referencias temporales de nuestras actividades e incluso las formas de hacer
política a escala global. Pero sin una verdadera planeación estratégica por
parte de las administraciones públicas, el concepto de “Sociedad de la
Información” no se desarrollará como debe ser. En definitiva si son un factor
de desarrollo, pero se necesitan políticas coherentes y consecuentes con las
realidades de las comunidades educativas. Resulta llamativo que en algunos
países de África se pueda producir una revolución tecnológica antes de que les
alcance la revolución industrial. Esta realidad sin duda está propiciando
mayores desequilibrios económicos, sociales y tecnológicos que denunciamos con
la expresión “brecha digital”, que puede ser explicada como una extensión de la
brecha económica existente desde siempre entre los países desarrollados y los
países con economías emergentes (Qui, Davis y Gregory, 2003).
Así,
la relación entre educación, tecnología y política determina muchas decisiones,
en función del enfoque que se adopte. Consecuentemente, en los esfuerzos por
reducir la “brecha digital” el componente económico tiene un gran peso, sin
embargo debe señalarse que la educación tiene un importante papel a desempeñar.
La formación integral en TIC (es decir no solamente instrumental) de los
docentes y su contribución para hacer más próximas las tecnologías a los
estudiantes, facilitando así la comprensión del fenómeno mediático en su
conjunto, y la necesaria adaptación de las personas a los nuevos requerimientos
de la Sociedad de la Información, constituye un factor de gran importancia para
adaptarnos, no solamente a las tecnologías sino a las características de la
nueva realidad en la que nos desenvolvemos.
Las
TIC agrupan un conjunto de aparatos necesarios para administrar la información,
y especialmente los ordenadores y programas necesarios para convertirla,
almacenarla, administrarla, transmitirla y encontrarla. Los primeros pasos
hacia una sociedad de la información se remontan a la invención del telégrafo
eléctrico, pasando posteriormente por el teléfono fijo, la radiotelefonía y la
televisión. Ahora bien, Internet, la telecomunicación móvil y el GPS pueden
considerarse como nuevas tecnologías de la información y la comunicación
(Vaughan, 2002).
Al
respecto, la revolución tecnológica existente en la humanidad está supeditada
en buena parte a los avances significativos en las tecnologías de la
información y la comunicación. Los grandes cambios que caracterizan
esencialmente la sociedad son: la generalización del uso de las tecnologías,
las redes de comunicación, el rápido desenvolvimiento tecnológico y científico
y la globalización de la información.
La
formación científica y tecnológica de calidad es un desafío pendiente, por
cuanto, no ha sido incorporada de modo adecuado en los niveles educativos. Ese
desafío es de primera importancia dada la necesidad de contribuir a la
formación de ciudadanos competentes que actúen reflexivamente en una sociedad
marcada por los recientes cambios en ciencia y tecnología (Sánchez,
1999).cultura y analfabetismo ante la tecnología. Por otra parte, la crisis
económica hace de la tecnología un medio de información para una élite, sin
embargo, esto no es suficiente para el equilibrio social de una nación. Es
necesario garantizar la igualdad de oportunidades reales en cada niño y niña
para desarrollar la capacidad intelectual indispensable para progresar en una
sociedad cuyo eje fundamental es la información (Pujol, 1999).
En el caso del campo, se observa que
la tecnología ha proporcionado herramientas que le facilitan este sector
la adecuación de las tierras, el mejoramiento genético de las razas, la
certificación de semillas, la innovación con maquinaria de fácil manejo, el uso
de agroquímicos para el control de plagas y enfermedades en las distintas
producciones agropecuarias. Pero aparece una utopía más cuando al productor
campesino no se le ofrecen garantías para sus cosechas y aún más con la
apertura económica no se le protege de la competitividad externa de los
mercados que pueden producir con mayor calidad y más bajo costo en los insumos.
Con respecto a la medicina se
observan avances importantes en el campo de la instrumentación quirúrgica, los
procedimientos técnicos y tecnológicos para el tratamiento de enfermedades de
alto riesgo, investigaciones en laboratorio, operaciones, adaptaciones,
implantes, permutaciones de tejidos, intercambio de órganos con seres de su
misma afinidad geo-plasmática. Esto es una realidad. Se convierte en una utopía
en la medida que pocos tienen acceso a las posibilidades en el alcance de las
medicinas y se presenta nuevamente la brecha entre los estratos sociales
impidiendo la equidad en las oportunidades y el acceso a los servicios médicos.
Las
TIC han revolucionado la economía, los sistemas de comunicación, las
referencias temporales de nuestras actividades e incluso las formas de hacer
política a escala global. Se trata de cambios importantes y que en muchos
casos, simplemente han llegado, están aquí y se han asumido sin más. Las
tecnologías están en la calle regulando el tráfico, protocolizando el uso de nuestra
tarjeta de crédito, ayudando a gestionar nuestros viajes o dentro de nuestro
hogar.
REFERENCIAS
BIBLIOGRAFICAS
Brunner, J. J.
(1997). Ciudadanía y participación. Notas para la discusión. Avances de
Actualidad, 28. Recuperado de: http://200.6.99.248/~bru487cl/files/Ciud%2BPart.pdf.
Cajas, F. (2001)
Alfabetización científica y tecnológica: la transposición didáctica del
conocimiento tecnológico (p. 252). Recuperado de: http://ddd.uab.cat/pub/edlc/02124521v19n2/02124521v19n2p243.pdf
Pujol, L. (1999).
Los hipermedios como herramienta para facilitar el aprendizaje significativo:
una perspectiva constructivista. Agenda académica. Vol. 6. No. 2. Caracas:
Universidad Simón Bolívar.
Qui,
M., Davis, S. y Gregory, S. (2003). Students’
attitudes toward webbased course management system features. IACIS, pp. 672-678.
Sánchez,
J. (1999). Construyendo y aprendiendo con el computador. Enlaces, Chile.
Vaughan,
T. (2002). Multimedia. Mc Graw Hill, España.
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